Mi amigo Javi, un periodista que se casa

Todavía recuerdo a Javi cuando vino a trabajar a La Razón por primera vez. Acababa de terminar la carrera de sociologia y quería probar en el periodismo porque esa era su vocación de toda la vida. Durante el verano había solicitado hacer unas prácticas y fue el periódico de La Razón el único que le contestó a su carta pidiéndole que se incorporara a la plantilla de los nuevos periodistas.

Javi llegó con su sencillez a cuestas, con muchas ganas de "currar" y una amplia sonrisa para repartirla con sus amigos de la redacción, por eso desde el primer momento en que llegó al periódico, todos los compañeros le hicimos un sitio en el corazón, y luego se lo hicimos en el trabajo diario de la redacción.

Al principio ganaba poquísimo, el sueldo de un becario, y mientras todo el equipo de redacción desaparecía sobre las dos y media, Javi seguía al pie de cañon en la redacción porque no andaba sobrado de pasta. Ya sé que han cambiado un poco los tiempos, pero sigue sin coche y haciendo todos los desplazamientos que en Madrid son muchos, a pata o en medios públicos.
Pero, pase lo que pase, nunca pierde la sonrisa ni las ganas de trabajar.

Hoy me ha venido a ver y me ha dado una buena noticia: que se casa con la novia de toda la vida. Con Miriam. Y yo que le quiero como a un amigo me he llevado una alegría, porque sé que si sabe ser un buen periodista, también será un buen profesional del matrimonio. Ya seguiré contando cosas de Javi porque tengo anécdotas para cada día del año.