martes, 19 de junio de 2007

Otro cura que se va...

El comentario no es peyorativo...sino que es la realidad de un cura que ha estado un poco fuera de sus "amorinos" como se dice por Gijón.

La verdad que bien, pero añorando la tierra donde ha vivido muchos años, y que ama entrañablemente.

Nadie duda que Madrid es una gran ciudad donde todo el mundo se encuentra a gusto, y también donde tantas personas se ganan la vida, porque en Madrid hay sitio para todos.

Pero los años pasan y uno añora lo suyo, y si el Arzobispo te pide que vuelvas no le puedes defraudar porque quedamos pocos curas en estos tiempos.

Nos veremos por estas alturas de España, porque Oviedo está a "tiru piedra"...

En julio volvere a escribir desde Oviedo

lunes, 18 de junio de 2007

sábado, 16 de junio de 2007

El evangelio del domingo XI


Después de la fiesta del Corpus Christi volvemos al tiempo ordinario con el evangelio de Lucas que es el que leeremos los domingos en la eucaristía hasta el tiempo de adviento.

La actividad de Jesús sigue por Galilea y nos cuenta el evangelio que Jesús ha sido invitado a comer por un fariseo importante, y allí tiene lugar esa escena en la perdona los pecados a una mujer pecadora.

El mensaje que Jesús le manda a Simón el fariseo es que él también es pecador, aunque sea un deudor más pequeño que otros pecadores, y también que aunque se cree justo por cumplir ciertas cosas externas, todavía no se ha enterado de lo que es el amor en los detalles.

La mujer pecadora, una prostituta, tiene muchas deudas con Dios, pero se las ha perdonado Jesús porque ha amado mucho. Ella es la que le lava los pies, se los besa, y se los perfuma. Y esos detalles de amor demuestran que tiene un gran corazón, mucha fe en Jesús y que le ama. Por eso se le perdona todo, porque ama mucho.

Tu y yo, amable lector, también somos pecadores como Simón o esa mujer maltratada por la sociedad. Por eso para que Jesús use su misericordia con nosotros sólo hay que pedírsela.

viernes, 15 de junio de 2007

Mi sobrina del alma

jueves, 14 de junio de 2007

Hoy, jueves de junio

miércoles, 13 de junio de 2007

La fiesta de San Antonio

sábado, 9 de junio de 2007

jueves, 7 de junio de 2007

miércoles, 6 de junio de 2007

martes, 5 de junio de 2007

lunes, 4 de junio de 2007

domingo, 3 de junio de 2007

Domingo de la Santisima Trinidad


Mi amigo José Carlos, que es un cura vecino de Madrid, del barrio de San Blas, y que está haciendo una gran labor con jóvenes y con matrimonios, me dice que haber si escribo la homilia del domingo, el sábado, porque a él le gusta echar un vistazo.

Se me ocurre esta tarde hacer un viaje con los lectores del blog por la historia de la salvación charlando un poco sobre la Palabra que nos presenta la liturgia de la fiesta de la Trinidad. Para este viaje no hace falta maleta, solo tener los ojos abiertos para contemplar la grandeza de Dios.

De la Trinidad tenemos una visión deformada y miope porque la hemos identificado con los tres ángulos del triangulo. Por eso para muchos cristianos Dios se parece más a un problema de geometría, que a un Padre que ama y conoce a sus hijos.

El libro de la Sabiduria nos habla de la creación como una postal de colores admirables, que nos recuerda a Dios creador del mundo "con sabiduría y amor", por eso, como dice el salmo 8, "su nombre es admirable por toda la tierra". Este Dios nuestro ha hecho el mundo por amor, no con fines utilitaristas, sino para estar con nosotros, para darse un paseo en carreta y disfrutar de sus hijos al atardecer.

Pero no debemos olvidar que en el centro de esta postal está la mejor obra de Dios: Jesús. En Él se ha revalado todo el amor del Padre. En Él y en su Espíritu tenemos la paz, la reconciliación, el acceso a Dios Padre. Por eso la esperanza colorea la postal de este viejo mundo, a pesar de las tribulaciones que nos rodean, como bien dice San Pablo en su carta a los romanos.

Y andando el camino llegamos al evangelio, que nos habla de la comunión y relación entre las Tres divinas personas. Aquí se nos recuerda que Dios es un Padre, no un ser lejano que vive donde brillan las estrellas; un Dios que es Hijo y se ha hecho uno de nosotros, se ha encarnado para traernos la luz y la magia del amor; un Dios que es Espíritu y nos quiere llenar de su fuerza y de su verdad para que tengamos siempre la imagen de Cristo en nosotros.

sábado, 2 de junio de 2007

A las 9 de la mañana despedimos a la Virgen de Fatima


A las 8.30 de la mañana ya estaba Victor esperando para que se abriera la puerta de la Iglesia y saludar a la Virgen. Hoy teníamos en Covadonga el rosario de la aurora, y no se podía fallar en esta despedida, porque no siempre que queremos tenemos a la Virgen de Fatima por la parroquia.

Durante media hora fueron llegando un grupo de mujeres y de hombres, exactamente once mujeres y cuatro hombres, para comenzar a rezar el rosario. Y a las 9.10 comenzamos a rezar cantando el avemaría todo lo mejor que podemos y sabemos, pero poniendo el corazón del cariño a la Virgen.

Todavía nos queda mucho para aprender que tenemos que ser mucho más alegres por dentro, porque los cristianos somos un poco "tristes", como recordaba Bernanos a los cristianos franceses de su tiempo. Y es que no nos damos cuenta que los cristianos somos los únicos que podemos estar siempre alegres, precísamente por eso, porque somos hijos de Dios. Pero, todavía no hemos caido bien en la cuenta de nuestra alegría.

Después del rosario tuvimos la misa de acción de gracias a la Virgen de Fatima. Sólo dos cosa recordó el cura: "La devoción a la Virgen es un camino seguro para llegar a Dios. Y no os olvidéis de rezar el rosario porque esta será el arma de combate al final de nuestra vida, si queréis mantener la paz por dentro". Yo no añado nada, porque me parecen dos buenas ideas.

¡Que la Virgen de Fátima nos enseñe a navegar por este viejo y pícaro mundo sin perder el norte de nuestra vida!

viernes, 1 de junio de 2007

Los primeros viernes de mes


Cuando yo era un chaval era muy frecuente en los pueblos esta devoción al Sagrado Corazón de Jesús en todas las parroquias de España. Hoy tenemos otros tiempos, y estas viejas devociones ya casi han desaparecido.

No se trata de "resucitarlas" como sea, porque hoy todos nos damos cuenta que la celebración de la Palabra y de la eucaristía son las mejores devociones para un cristiano. La traigo aquí porque para muchas generaciones de cristianos y cristianas ha sido una valiosa ayuda para acercarse a Jesucristo, y a los sacramentos.

Este mes de Junio siempre se ha distinguido en la Iglesia por la devoción al Sagrado Corazón, que no es otra cosa que el cariño a su Santísima Humanidad, porque si queremos ser divinos tenemos que ser muy humanos, y el trato con Jesucristo humano sigue siendo el mejor camino.

Me gusta esta devoción porque los cristianos, los sacerdotes, tenemos que tener un corazón como el de Cristo. Ya sé que tenemos corazón, incluso buen corazón, pero nos hace falta un corazón como el de Jesús: pobre, obediente, humilde, crucificado y con un poco de buen humor.

Con un corazón como el de Cristo, gracias a la labor de ese profesor interior que es el Espíritu Santo, estoy seguro que nos meteremos sin miedo por caminos de santidad y sabremos consolar sin desánimo a los que tenemos a nuestro alrededor.