lunes, 30 de abril de 2007

El paseo de los lunes


Ya está uno preparando las maletas para volver a Oviedo, la ciudad de mis amores, después de Gijón, pero una cosa que voy a echar de menos es el paseo de los lunes con Santi y Pepe, mis dos amigos curas de estos últimos años en Madrid.

Creo que son ya ocho años los que llevamos saliendo juntos, siempre que podemos, aunque a veces lo impiden los compromisos parroquiales inesperados como son los entierros. Un lugar que nos gusta mucho y al que vamos con frecuencia es La Pedriza porque los lunes no suele haber gente, y se puede andar con total tranquilidad.

Me parece que todo cura que halla cumplido las cinco décadas, tiene que dedicar un día a la semana a ponerse en forma físicamente y también síquicamente para estar a la altura que exigen los feligreses, y para eso no hay nada mejor que un paseo semanal por la montaña. Algun lector despistado me dirá que no tiene tiempo, pero yo le contesto que lo busque, porque su salud depende mucho de su descanso programado.

Asturias es una región de buenos montañeros porque además del mar tiene mucha montaña. Yo espero encontrarme allí algún amigo sacerdote para seguir subiendo a los montes y estar en forma con el cuerpo y con el alma, de manera que uno pueda seguir en buena forma física.

Mientras llega ese momento, pienso salir con Pepe y Santi a pasear por la montaña de Madrid o por los alrededores de San Sebastián de los Reyes, para hacer realidad aquello que recomendaba Catón el censor "mens sana in corpore sano".

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