miércoles, 18 de abril de 2007

El expediente matrimonial


De vez en cuando tenemos que hacer un expediente matrimonial a unos chicos que conocemos poco. Cuando se da esta circunstancia, casi siempre procuro recordar algo que me decían en el seminario: "Para pescar truchas lo primero que hay que hacer es no tirarles piedras".

Y es que si nos olvidamos de que tenemos que pescar gente para Dios, que tenemos que animar al que no tiene ni idea, que tenemos que ilusionar a los que vienen de lejos a la parroquia, podemos dedicarnos a tirar piedras a esos novios y alejarlos todavía más de lo que están de las cosas de Dios.

"Todo eso está muy bien, pero no es facil", me decia un compañero sacerdote. Y es verdad, no es facil, porque cuesta tener buen humor, comprender al que poco le interesan las cosas de Dios, tratar con cariño a chicos y chicas que están lejos de los principios elementales de la fe. A mí también me cuesta, pero tenemos que comprender y sonreir, ya que nos jugamos mucho, incluso el futuro de la transmisión de la fe.

Hacer un expediente lleva unos 45 minutos, si lo planteamos como una conversación de amigos con los novios y los testigos, podemos decir muchas cosas animosas, y también escucharles, porque siempre tienen algo que decirnos. Y es que en una conversación de 45 minutos no se arregla un matrimonio, pero se puede hacer una siembra de paz y buen humor que un día puede dar buenos frutos.

No hay comentarios: