martes, 24 de abril de 2007

Los cursillos prematrimoniales en Santa Cruz


Con esta medida pastoral que son los cursillos antes de casarse hemos conseguido que mucha gente joven conozca a la parroquia y al cura, y también un poco mejor su fe cristiana. Todo el mundo sabe que un cursillo no puede sustituir ese recorrido vivencial que dan los años en una comunidad parroquial, pero puede que ayude a que unos chicos jóvenes despistados para las cosas de Dios se planteen su fe, y sobre, todo ese matrimonio que se avecina.

En las grandes ciudades no es tan facil que los chicos una vez que se casan, se puedan reunir para seguir profundizando su fe desde el matrimonio, pero ahí estamos los curas intentádolo con buen humor y con alguna iniciativa. De todos modos, aunque las cosas no sean fáciles hay que seguir intentandolo y pedirle a Dios que nos eche una mano porque de la familia dependen muchas cosas grandes.

Yo esta semana estoy charlando del matrimonio con estos chicos: Luis y Ana, Antonio y Verónica, y Nieves que ha venido sola. Y todos estamos de acuerdo en que tenemos que insistir en la calidad humana de los novios, si queremos que los compromisos de amor duren y contagien a los que se casan. Sin calidad humana y sin amor de Dios, va a ser muy dificil contagiar el amor y compartir una vida entregada.

Espero que muchas veces, ahora durante el noviazgo, y luego durante el matrimonio se paren los novios y se digan lo que decía Bismark a su mujer, que tenía dudas sobre su amor: "No te olvides que me casé contigo porque te quiero, y para seguir queriéndote".

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