domingo, 29 de abril de 2007

4 domingo de Pascua: El buen Pastor


Todos los curas tenemos ilusión de ser buenos pastores de los fieles que nos encomiendan, pero no siempre lo logramos. Ser buen pastor es un don, pero también una tarea a realizar que dura toda la vida.

Tengo para mí que la primera cosa en este recorrido de Pastor es la oración, el trato con el Buen Pastor que es Jesucristo. Todos los sacerdotes sabemos que la primera "medida pastoral" es dedicar tiempo al trato con el Señor, porque sin El, no podemos hacer nada. Y nada es nada.

Luego yo creo que tenemos que insistir en la calidad humana personal. Ya sé que todos tenemos defectos, y los tendremos durante toda la vida. Pero sin un empeño en mejorar nuestras virtudes humanas no haremos nada duradero. Me parece que la delicadeza en el trato, la alegría, la sencillez, el señorio sobre las cosas y la laboriosidad son virtudes que necesitamos para nuestro anzuelo de pescadores de hombres.

Finalmente, el pastor tiene que estar pendiente de las ovejas. Yo creo que los curas nos despitamos bastante pensando en los tiempos confusos que nos rodean, y no digo que no haya que pensar en este pícaro mundo, pero lo nuestro es la gente, cada persona que conocemos y tratamos, cada día nos esperan personas concretas que viven con nosotros.

Yo pienso que si rezamos, damos una vuelta por las calles de la parroquia, tratamos con cariño a la gente, escribimos una carta a un chaval, consolamos a los ancianos, visitamos a los enfermos, podemos devolver la alegría a los feligreses del barrio. Como dice un amigo mío: "Manolín, menos polinomios y hazme bien los recados". Pues eso, a hacer bien los "recaos" de buen pastor y a dejar los pesimismos de este pícaro mundo a un lado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Una de las impresiones que tengo en mi retina de mi reciente viaje a Roma, es que los curas y las monjas existen, es decir que uno va por la calle y les ve, e incluso puede encomendarlos con alguna pequeñita oración, van dando testimonio. He hechado de menos esta visión en mi querido Madrid donde parece que la mayoría de curas y demas religiosos pararecen preferir que no se note que son curas, salvo cuando estan encerrados en la iglesia diciendo misa. Me pregunto, a veces ¿como quieren que demos testimonio público, cuando los primeros que no quieren que se les note cuando van por la calle son nuestros pastores. Cuando he oido comentarios de es para que la gente les vea mas cercanos como personas, me recuerda a cuando los padres en vez de ser padres quisieron ser amigos de sus hijos, acasó se imaginan a la Madre Teresa sin su habito, ¿ejaron de acercarsele los pobres'. En fin no es un reproche a nadie. Pero heche de menos en mi tierra el pasear por la calle y ver a nuestros sacerdotes dando testimonio de su condición con valentía