domingo, 15 de abril de 2007

Bodas que recuerdo con cariño



Con los años a uno le va pasando de todo: bueno, regular y menos que regular, de todo...que decía aquél viajante de comercio de los años 60, cuando yo era un niño. Y también a los curas nos pasan cosas bonitas, lo que pasa es que las contamos pocas veces o no las contamos.

Una de ellas es una boda reciente de dos chicos jóvenes de Bilbao que se casaron hace poco en el Negralejo que se llaman Borja y Lucía, a los que recuerdo con cariño porque me parecieron muy educados, muy sencillos y cristianos. Además, aumenta mi cariño hacia ellos porque me han enviado por internet casi todas las fotos de la boda, para que no faltara nada de un día tan bonito.

A los que se casan, y a todo el que adquiere un compromiso siempre le digo la mismo: "tú te casas porque quieres a tu mujer, pero lo que importa es que la sigas queriendo a pesar de los defectos y de las dificultades".

Seguir queriendo a tu marido, a tu mujer, es el mejor modo para que un amor humano contagie y un compromiso dure. Y a los compromisos con Dios les pasa lo mismo, hay que seguir queriendo para contagiar a los sosos que tenemos alrededor.

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