Charlas cuaresmales: preparar la confesion
Cuentan del general Weiler, que fue el pacificador de Cuba antes de la independencia, que en una ocasión llamó a un puesto de mando de la isla caribeña, y como tardaban en coger el teléfono, al primer soldado que levantó el aparato lo puso verde y cuando acabó le dijo:
-¿sabe usted con quien está hablando?
Y aquel soldadito español no se arrugó y le devolvió la pregunta: ¿y usted sabe con quien está hablando?
Y el general Weiler le contestó: "pues, no".
A lo que respondió el soldado: "Menos mal porque si no me empaquetan".
La verdad es que Dios nos conoce perfectamente, a nosotros no nos pasa como al soldado del general Weiler, que era un desconocido para su jefe, Dios sabe quienes somos, nos conoce mucho mejor que conocen los padres a los hijos...por eso quiere hacer todo lo posible por perdonar nuestros pecados, para que volvamos a El.
El Señor sabe bien que somos pecadores, igual que lo eran Pedro, Tomás, Judas, La Magdalena o Zaqueo. También ellos que eran sus discípulos predilectos tenían fallos, y les costaba creer en él y seguirle. Lo mismo que nos pasa a nosotros, que nos cuesta creer y seguirle.
Durante este tiempo de cuaresma hemos hecho un poco de penitencia, hemos rezado un poco más, ahora se trata de acercarnos a él a pedirle perdón por medio del sacramento de la confesión. Nuestro Señor nos conoce, nos quiere y nos perdona, con tal de que le pidamos perdón.
Si te quieres confesar bien examínate por los mandamientos de la ley de Dios, y luego pide perdón por la calderilla que llevas en el bolsillo del corazón, que son los 7 pecados capitales.
No lo dejes para más adelante, no tengas miedo. Dios es un Padre misericordioso que le encanta perdonar a sus hijos.
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