lunes, 12 de febrero de 2007

Los niños del catecismo de mi parroquia


En estos veinte años pasados todo ha cambiado mucho, hasta los niños. Antes, contábamos con la ayuda de los padres a la hora de la formación religiosa y un ambiente propicio, ahora todo se ha vuelto más dificil. Pero ante todo lo que importa es no perder el optimismo ni el afán de seguir transmitiendo la fe cristiana.

Pensar que llegará un día en el que no habrá dificultades es un sueño irreal, siempre tendremos que contar con las dificultades, y en este tiempo tenemos las nuestras, que no son ni más ni menos que las que tuvieron nuestros antepasados, cuando intentaron hacer algo por los demás.

Aunque les cueste perseverar, aunque se coman la misa de los domingos, aunque parezca que no se entaran de nada, ahí estamos nosotros con nuestra oración, nuestro cariño, y nuestra simpatía para que Dios siga trabajando esas almas que son suyas.

No hay comentarios: