El Breviario cuando atardece

Hace unos años la vida de las parroquias no era tan agitada, y el cura después del rosario, solía rezar el Breviario en el atrio de la Iglesia paseando. Esa es una imagen que todos los que tienen más de 50 años la recordarán perfectamente.

Ahora en las grandes ciudades o en los pueblos pequeños, por la tarde es cuando el cura celebra la eucaristía, da la catequesis o visita a los enfermos, pero como tiene que moverse de un sitio para otro, se le ve menos rezando el Breviario.

Cuando uno es joven puede que cueste un poco más, rezar el Breviario, por la actividad y el ritmo de vida que uno lleva, pero con los años, es un buen momento para descansar en Dios y para pedir por todos los hombres, incluso por aquellos que no saben o no quieren rezar.

No está de más recordar que los parones de oración por la mañana y por la tarde cuando se viven, se consigue que el cura se
vaya enriqueciendo por dentro con el trato con Dios a través de los salmos y las lecturas de los Santos Padres, para que, como las fuentes, pueda repartir agua fresca a los feligreses.