La homilia del 7 domingo: El amor a los enemigos

El amor al prójimo es uno de los temas que con más frecuencia meditamos los discípulos de Jesús, aunque sabemos que no siempre somos capaces de vivirlo. Todos tenemos que reconocer que una cosa es hablar de amor al prójimo y otra ponerlo en práctica, traducirlo en obras de servicio, de comprensión, de ayuda.

El evangelio de este domingo nos dice dos cosas muy claras: que tenemos que ser compasivos y misericordiosos porque así es Dios Padre con todas sus criaturas, también así lo ha sido Cristo con nosotros, y también lo son sus amigos los santos. Si uno llega a santo es por ser compasivo y misericordioso, aún en grado heróico, si esto faltara, imposible ser santos.

El amor de Dios es gratuito, no excluye a nadie. Por eso tiene misericordia con los justos y los pecadores, perdona a unos y a otros, pasa por alto nuestro egoismo, a unos y a otros. También el amor de Dios se identifica con hacer el bien a todos, incluidos a nuestros enemigos.

Ya se sabe que este amor es heróico, por eso necesitamos la ayuda del Espíritu Santo para poderlo llevar a la práctica, por nuestras solas fuerzas sería imposible. No podemos olvidar que el mundo que Jesús quiso construir se basa en el amor a todos, también a los enemigos.