sábado, 20 de enero de 2007

Mis ancianos de los sabados


Ahí estamos todos los sábados en la residencia de ancianos celebrando la eucaristía a las 5.30 de la tarde.

Hacemos lo que podemos porque muchas veces los que asisten a la eucaristía son muy mayores y no oyen bien, no pueden hablar o tienen otra limitación, pero ahí estamos sábado tras sábado.

La gente mayor también se merece la atención del sacerdote, aunque a uno le gustaría tener un poco más de tiempo para estar con ellos antes o después de la misa, pero eso es imposible un sábado cuando el sacerdote tiene que decir hasta tres misas por la tarde.

Lo que ellos piden es que se les escuche y un poco de cariño, dos cosas sencillas para un cura que anda a carreras los sábados por la tarde.

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