lunes, 15 de enero de 2007

La misa de todos los dias


En las parroquias pequeñas como la mía, de unas 3.500 personas, los días ordinarios tengo que celebrar una misa para pocas personas, y todas ellas un poco mayores.

¿Cuántas personas más o menos? Pues, suelen estar seis, o cinco o cuatro. También hay días que vienen el doble, pero siempre son pocas personas.

No pasa nada. Lo más importante es la celebración de la eucaristía para recordar a todos que el Señor quiere seguir haciendo la redención, aunque la ceguera y sordera de tantos cristianos sigan entre nosotros.

Una cosa que pasa en estas parroquias urbanas es que el trabajo absorbe totalmente a las personas. Nadie tiempo para nada, sólo para descansar o trabajar, pero tiempo para dedicarlo al alma, a Dios, para eso no hay tiempo.

No es nada facil cambiar los hábitos diarios en las grandes ciudades, así que ahí estamos los curas de barrio con nuestro horario, con nuestra gente mayor, con nuestra misa diaria, para que la gente tenga una oportunidad de encontrarse consigo mismo, y de acercarse a Jesucristo.

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