miércoles, 31 de enero de 2007

El 31 de enero es la fiesta de San Juan Bosco


Tengo que decir a mis lectores que siempre he tenido una gran simpatía por este sacerdote italiano del siglo XIX, porque era un santo alegre, muy cercano a todas las gentes, y con especial gancho para la gente joven.

Si algo tenemos los curas que regalar es la alegría para que este mundo nuestro se anime un poquito. Ya decía Santa Teresa, la de Avila, que un santo triste es un triste santo. Y parafraseando a la Santa se puede decir que un cura triste, es un triste cura.

La cercanía del sacerdote a la gente es necesaria porque los hombres de nuestro tiempo están alejados de Dios, de los hombres, y de cualquier cosa que exija un poco de entrega. Por eso si el sacerdote tiene un poco de amor de Dios será facil acercarse a la gente.

¡Ay, el gancho para la gente joven, que necesario es en nuestros tiempos! Yo he visto que todos los sacerdotes que tienen mucho amor de Dios, por tanto, vida interior, tienen "gancho" para la gente joven. Cuando hay poco gancho, es que tenemos poca vida interior.

Eso le pido yo a San Juan Bosco para los sacerdotes: mucha vida interior y mucha alegría.

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