viernes, 1 de junio de 2007

Los primeros viernes de mes


Cuando yo era un chaval era muy frecuente en los pueblos esta devoción al Sagrado Corazón de Jesús en todas las parroquias de España. Hoy tenemos otros tiempos, y estas viejas devociones ya casi han desaparecido.

No se trata de "resucitarlas" como sea, porque hoy todos nos damos cuenta que la celebración de la Palabra y de la eucaristía son las mejores devociones para un cristiano. La traigo aquí porque para muchas generaciones de cristianos y cristianas ha sido una valiosa ayuda para acercarse a Jesucristo, y a los sacramentos.

Este mes de Junio siempre se ha distinguido en la Iglesia por la devoción al Sagrado Corazón, que no es otra cosa que el cariño a su Santísima Humanidad, porque si queremos ser divinos tenemos que ser muy humanos, y el trato con Jesucristo humano sigue siendo el mejor camino.

Me gusta esta devoción porque los cristianos, los sacerdotes, tenemos que tener un corazón como el de Cristo. Ya sé que tenemos corazón, incluso buen corazón, pero nos hace falta un corazón como el de Jesús: pobre, obediente, humilde, crucificado y con un poco de buen humor.

Con un corazón como el de Cristo, gracias a la labor de ese profesor interior que es el Espíritu Santo, estoy seguro que nos meteremos sin miedo por caminos de santidad y sabremos consolar sin desánimo a los que tenemos a nuestro alrededor.

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