domingo, 8 de julio de 2007

Un dia tengo que hablar de los traslados

Los curas tenemos varios traslados en nuestra vida, pero uno nunca se acostumbra, porque donde estás acabas encariñándote con la gente.

A mi madre que le costó mucho marchar de Gijón a Coslada, ahora le cuesta mucho volver a Oviedo. Y es que cuando uno se hace mayor, todo cambio le afecta porque al ir hacia lo desconocido, te sientes más inseguro.

Los antiguos decían que tres traslados eran como un incendio, y creo que es la verdad, después de cambiar unas cuantas veces de sitio, es como si comenzaras de nuevo, como si se hubiera incendiado tu casa.

No os podéis imaginar lo bonita que es la ciudad de Oviedo, así que animaros a dar una vuelta por Asturias.

No hay comentarios: